viernes, 24 de abril de 2009

Algunos apuntes futboleros


El deporte más popular y quesque nacional. Hace días Lidia Cacho en su columna del Universal señalaba la impunidad en los casos de agresión a mujeres de futbolistas (Luis García y algunos jugadores de los jaguares). Lidia mencionaba el influyentismo de que gozan estos personajes y la apatía e ineptitud bien conocida de los respectivos funcionarios públicos. 

Sigo respetando el fútbol como deporte en sí. Pero su glamour y parafernalia profesional, aah como lo detesto. Ahora con esa nota, un poco más.

Hablando desde el plano subjetivo y superficial, desde niño cuando miraba los partidos y estos terminaban, observaba a los jugadores mientras eran entrevistados. El reportero animoso les preguntaba algo, y yo primero suponía que por el cansancio contestaban así de arrogantes y siempre con una pose de rockstar. Hablaban sin mirar al reportero, buscando con displicencia en las gradas la respuesta, hablando con muletillas y como el seño fruncido, aburridos. Para variar el contenido de sus respuestas, era tan trillado y genérico: “eeeeh sí hicimos un buen trabajo en conjunto… eeh y sí, hubo varias oportunidades de gol, eeeeh y faltó concretar, siento que sí, eeeh el equipo manejó bien el partido, y sí hay que seguir trabajando, en este caso, pues sí, hubo jugadas donde el gol se presentó y pues sí, hay gracias a dios que sí, se concretó”.
Otra situación clásica es cuando sufren de algún golpe leve, se vuelven los reyes de la dramatización. Los jugadores camperos de los barrios saben que eso, son mamadas. Tantos partidos importantes que por alguna jugada así, por querer engañar al arbitro se han perdido oportunidades de gol.

Esos detalles tanto la arrogancia para hablar, y su exageración al querer engañar de algunos, son rasgos que construyen al futbolista “excelso”, el sujeto iluminado, icono de la habilidad y héroe guerrero por quintaesencia, que luego en el plano cotidiano cree que tiene licencia hasta para violentar. En fin, sé que no vale la pena hablar tanto de ellos y sus situaciones. Salvo el tema que destaca Lidia. Ojala algún día se les trate como merecen. No como seres mesiánicos que nos salvarán de nuestro tedio y situación económica principalmente. 

3 comentarios:

virla dijo...

yo como tú... con la nota a q haces referencia... y la tuya.... confirmo mas q el fut nomas no... si ya dentro de un partido... se arman los trancasos... efectivament no dudo q en sus casas muestren violencia.... q asco q ademas de eso... gocen de total impunidad... solo por resultar "heroes para los fieles seguidores mexicanos"... fieles mas incluso q a sus mujeres...ja... q contraste....

Dacrux dijo...

yo siempre le eh ido al pumas es mas hasta eh apostado la greña y ni siquiera me gusta el futbol hahahahaah todos son como en un capitulo de malcom donde le ayuda a un deportista a hacer un ensayo para entrar a la universidad donde al final lo termina entregando como examen de matematicas y saca 10 hahahahahahaah

Zu dijo...

Pero no tiene la culpa el indio sino el que lo idolatra.

Es como lo que dijiste de Pedrito, el pueblo tiene los idolos que merece.

Por eso me cae bien el gordo, va a el estadio y le mienta su madre al tuca y a bernal y a leandro y a quien falle, hidrata su garganta con chela para luego gritar una goya y un como no te voy a querer y repetir la dosis de mentadas de madre.